Asesoría

GUÍAS DE INSTALACIÓN

Adocretos

La colocación de los adoquines de concreto incluye las siguientes fases de ejecución.

 

Los trabajos se inician tanto con la preparación de la superficie, como con los de la capa sub-base y la capa base. Posteriormente, se deben hacer los bordes de confinamiento, y proseguir con extender y nivelar la capa de arena, continuando con la colocación de los adoquines, y se concluye con el sellado y vibrado del pavimento.

 

Mientras, la arena se deberá almacenar de manera que se pueda manejar sin que se contamine y esté protegida de la lluvia para que el contenido de humedad sea uniforme. Antes de colocarla se revolverá lo suficiente para lograr su homogeneidad. Es aconsejable cribarla para que además de quedar suelta se le puedan retirar los elementos más gruesos.

Desde el cribado hasta la colocación de los adoquines sobre la capa de arena ya conformada, la arena no deberá sufrir ningún proceso de compactación para garantizar así la densidad uniforme de toda la capa.


En tanto se deberá delimitar el área de proyecto, limpiarla de vegetación y sustituir, si las hay, las zonas blandas, por el material adecuado.


Es conveniente que las capas sucesivas del firme sean de espesor constante, y en el terreno deberán preverse las pendientes análogas a las del firme terminado, como mínimo de 2%.


De inmediato, se procederá a la extensión de la sub-base con el espesor y la composición similar a las utilizadas por lo general en la construcción de pavimentos convencionales. Las características de la sub-base están estrechamente ligadas al tipo de terreno, a su deformidad y también al tipo de cargas previstas.


Para su colocación se utilizaran tres reglas, dos a modo de rieles puestos directamente sobre la base y otra para enrasar la arena previamente distribuida entre los rieles. Las reglas serán de un material duro y estable, capaces de garantizar su rigidez.


La preparación de la capa base incluye la extensión y la compactación de todo el material aplicado previamente y se efectuará de forma similar a la de sub-base, pero con un grado de compactación mayor, que alcanzará 98% de aguante en el caso del tráfico ligero y hasta 100% en el supuesto de tráfico pesado.

Por otra parte, los pavimentos de adoquines necesitan un elemento que los contenga lateralmente para evitar el desplazamiento de las piezas, la apertura de las juntas y la posible pérdida del ensamblaje entre éstos. Dicho elemento puede ser un borde, una canaleta o cualquier otra pieza similar y debe apoyarse al menos 15 cm. por debajo de los adoquines para lograr la fijación adecuada.

 

Así mismo, conviene que la arena sea de buena calidad, sin arcillas, preferiblemente lavada y más bien gruesa. Por lo general, se comprobará su alineación, corrigiéndola si es necesario, y al mismo tiempo se cortarán las piezas precisas para rematar los laterales. El tipo de trama a colocar la definirá el proyectista según criterios estéticos o prácticos; en general, sin embargo se recomienda la colocación en espiga para zonas de tráfico pesado o altas solicitaciones, en tanto en las zonas peatonales o de tráfico ligero prevalecerán más las razones estéticas. Una vez finalizada la colocación de los adoquines se compactarán ligeramente con una bandeja o rodillo vibrante.

 

Todo el material se extenderá de manera conveniente para conseguir una capa uniforme de tres a cinco cm. de espesor, se nivelará cuidadosamente uno o dos cm. más de altura que se cota definitiva debido a la disminución que experimentará al colocar y vibrar el adoquín.

 

No debe pisarse la arena ya extendida o nivelada, pues la colocación de los adoquines se realiza pisando por encima de los ya instalados.

 

Por su parte, el sellado se hará extendiendo arena fina y seca sobre la superficie de los adoquines, barriendo sucesivas veces para facilitar la penetración en el interior de las juntas entre pieza y pieza, y con posterioridad se efectuará un vibrado intenso con la bandeja o rodillo vibrante para asegurar el perfecto llenado de las juntas.

 

No debe terminarse la jornada sin completar el vibrado y sellado del pavimento efectuado, pues en caso de lluvia podría dañarse. Una vez terminadas estas labores y si se cuenta con los bordes de confinamiento precisos, puede permitirse el paso de vehículos d forma inmediata.

 

Como una recomendación final es conveniente señalar que por ninguna razón se permitirá la colocación de los adoquines sobre una capa de arena extendida el día anterior, o después que haya llovido en la superficie ya preparada, en este caso se debe levantar la arena, devolverla a la zona de almacenamiento y reemplazarla por arena nueva o procesada, uniforme y suelta.

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